En cada conferencia, mentoría o asesoría que imparto, la pregunta por excelencia es: ¿Cómo gano más dinero? Me queda muy claro que lo que todo el mundo quiere es tener más ingresos, vivir mejor, dejar de preocuparse por las cuentas, darse ciertos lujos o, al menos, respirar tranquilo a final de mes.
Pero aquí va la pregunta incómoda que quizá no te has hecho:
¿Esto que estoy haciendo ahora pone más dinero en mi bolsillo?
Es posible que nunca te hayas parado a sopesar cada acción en tu día a día. Puede que trabajes mucho, el esfuerzo cotidiano te deje exhausto, pero si llegas a analizar tu agenda diaria, una semana promedio y tu rutina en general, te puedes dar cuenta que gran parte de tu tiempo puede terminar en actividades que no te generan ni un peso.
Por más que haces tu cuenta de banco no crece exponencialmente.
Aunque todo el tiempo estés ocupado, no quiere decir que eso te haga productivo. Respondes mensajes. Asistes a juntas eternas. Consumes contenido como si fuera comida rápida. Cumples con tareas que “se tienen que hacer”, pero que no construyen tu patrimonio, no aumentan habilidades valiosas, ni te acercan a nuevas oportunidades de ingreso.
Si muchas cosas de las que haces no tienen un retorno económico claro, es lo mismo que estar corriendo en una rueda de hámster, terminas agotado y cansado, pero sin ningún avance tangible.
¿Y si auditas tu semana?
Haz el siguiente ejercicio: toma tu agenda de la semana pasada y haz dos columnas. En una escribe todas las actividades que realizaste. En la otra, responde con brutal honestidad: ¿Esto puso dinero en mi bolsillo o me acercó a hacerlo?
Te sorprenderá cuántas actividades llenan tus días pero vacían tu cuenta bancaria.
- Revisar redes sociales: ¿sirvió para vender, prospectar o crear contenido que genera ingresos?
- Contestar correos: ¿cuáles aportaron valor o resultados reales?
- Ver una serie “para despejarte”: ¿descansaste o solo te evadiste de las decisiones importantes?
- Reuniones: ¿cuántas eran realmente necesarias o estratégicas?
La clave requiere un cambio de enfoque: de ocupado a rentable.
Si realmente quieres mejorar tu situación financiera, necesitas una nueva brújula: usar tu tiempo como si fuera dinero. Porque lo es.
El dinero que no estás ganando hoy probablemente esté escondido en el tiempo que estás desperdiciando.
Comienza a filtrar cada una de tus decisiones con una pregunta simple pero poderosa:
¿Esto que hago me acerca a generar más ingresos, o solo consume mi tiempo?
No se trata de ser avaro con el tiempo, sino de usarlo con intención. De separar tiempo para vender, para aprender, para crear, para invertir. Para construir algo que te pague hoy, o en el futuro.
El tiempo también es capital.
Si realmente quieres más dinero, pon mucha mayor atención a lo que influye de manera definitiva en lograr tu objetivo: en qué estás usando tu tiempo.
No necesariamente todo lo que haces tiene que generar dinero. Pero si lo que más repites no lo genera nunca, entonces no estás construyendo libertad financiera, solo estás sobreviviendo.
Haz tu auditoría. Sé honesto. Y empieza a redirigir tu energía.
Una de las mejores inversiones que puedes hacer es tu educación financiera, puedes comenzar con el libro “Cómo Crece el Dinero”, adquiérelo hoy y comienza una actividad que ponga más dinero en tu bolsillo.
— J.