No es lo que haces, sino lo que sientes
Uno de mis talentos es conectar a personas entre sí para generar relaciones ganadoras. Así que cuando supe que uno de mis amigos que es un gran vendedor estaba profesionalmente disponible era necesario que hablara con mi socio para ver que colaboraciones podíamos crear.
Así que quedamos para desayunar para intercambiar ideas, una de las que mi amigo nos compartió fue que: no postergamos acciones, sino postergamos emociones.
En medio de tantos cambios, de crecimiento de nuestra empresa, hay muchas decisiones por tomar y acciones por ejecutar. Aunque tenemos claridad de los pasos a seguir y diario conversamos de las mejores alternativas, tendemos a posponer la acción lo más posible.
Por lo tanto, esa frase hizo todo el sentido del mundo.
Entiendes que tienes que tomar una decisión, sabes lo que tienes que hacer, pero no ejecutas porque te falta información, porque necesitas más tiempo, estás esperando el momento adecuado para actuar.
Ponerte en acción es sumamente fácil, hablando de inversiones, abrir una cuenta puede tomarte 15 minutos, 2 en hacer una transferencia, programar la cita con un asesor experto unos 5 minutos.
No obstante, aunque entiendes que actuar de inmediato sería lo mejor, pospones la acción porque detrás de esta hay una emoción que incomoda.
Desde el miedo a perder, que lo desconocido te genera ansiedad, vergüenza de preguntar por lo que no sabes, culpa de no tomar la mejor decisión.
Porque una vez que ejecutas debes enfrentarte a las emociones que eso genera.

Tu mente no es tu aliada en estos momentos, ya que lo que busca no es la mayor rentabilidad sino evitar la incomodidad y ahorrar energía, así que frente a una emoción que no te agrada de inmediato pone el freno, dejas la decisión para después, pides un tiempo para pensarlo mejor, o te pones a esperar el año nuevo para arrancar con tu propósito.
Simple y puro auto-sabotaje disfrazado de racionalidad.
Cuando hablamos de inversiones postergar puede salir muy caro, tu dinero sin invertir pierde cada día frente a la inflación, la oportunidad de inversión puede expirar, entre más tiempo pasa más difícil parece tomar acción.
Recuerdo cuando platicaba con mi amigo hace varios meses, para que tomara la decisión de tomar Decode the Money, era una inversión que “no se podía permitir” en ese momento, cuadrar la fecha era complicado, aun así tomó la decisión.
Gracias a eso tuvo mayor claridad acerca de su futuro profesional, puso en orden sus finanzas, inicio la estrategia que le traerá muchos más ingresos y hoy desayunando con mi socio se abrió la oportunidad para que sea parte del fuerte crecimiento de PQTando, solo una interesante rebanada de un pastel de 100 millones de pesos en el mediano plazo.
Como te digo se me da bien hacer conexiones altamente rentables.
Lo que puedes hacer para dejar de postergar la decisión, y también compartir parte de este pastel es: identifica la emoción que te está frenando, eso reduce su poder sobre ti y puedes tomar acciones para enfrentarla asertivamente.
Si es miedo a perder puedes empezar a invertir una pequeña cantidad para empezar, si es incertidumbre puedes agendar una reunión para despejar todas tus dudas.
Como diría una gran amiga: la acción cura el miedo. Si algo lo puedes hacer en menos de 5 minutos no esperes más y hazlo.
No habrá un momento en que estés 100% listo, ni llegará el momento mágico que sea perfecto, pero tomar acción te enseñará más que estudiar la teoría, serás quien reclame el control en vez de que tus emociones te controlen, comenzarás a hacer dinero de inmediato.
La riqueza no la construye quien sabe más, sino quien siente miedo… y aún así invierte.
— J.