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El corazón no paga deudas

El corazón no paga deudas

Una historia sobre dinero y traición…

Hace 11 años todo parecía mil sobre hojuelas. Tenía el trabajo que había soñado desde la universidad. Un negocio paralelo que generaba buenas ganancias. Vivía en un departamento que era una joya en relación calidad-precio. Desde fuera, mi vida financiera era una postal de éxito.

Pero esa no es la historia que vengo a contarte.

Desde niño fui alguien que sabía administrar bien el dinero. Anotaba ingresos, egresos, invertía desde joven, y jamás me endeudaba innecesariamente. Estudiaba acerca de finanzas, economía y emprendimiento. Y creí, ingenuamente, que eso era suficiente.

Hasta que la emoción me mostró lo contrario.

Recibí una llamada de alguien muy querido. Tenía problemas financieros y me pidió ayuda. Solo necesitaba una pequeña cantidad y me la devolvería en un mes. ¿Cómo decirle que no?

Le presté.

Un mes después, otra llamada. Otra situación. Otra transferencia.

Y así fue, hasta que un día me pidió más de lo que tenía ahorrado. En el fondo sabía que no iba a devolverlo, pero el corazón fue más fuerte que todas las alarmas que mi mente disparaba. Incluso me pidió que le sacara un préstamo a mi nombre. Que él pagaría las mensualidades puntualmente.

Lo hice.

Y al principio todo iba bien. Hasta que empezó a pedirme dinero para pagar… el mismo préstamo.

Sí, yo también me juzgué. También me pregunté cómo, con todo lo que sabía, había caído ahí.

Para inicios de 2016 mi sueldo ya no cubría las deudas. Las tarjetas, los intereses, los pagos mínimos se convirtieron en una espiral mortal. Si no hubiera sido por mi negocio, literalmente no habría tenido ni para comer.

Pero lo que más dolía no era lo económico. Era la traición. No solo la del otro, sino la mía. Había traicionado mi lógica, mi conocimiento, mis principios. Y lo peor: esta no era la primera vez que pasaba algo así.

¿Qué había fallado?

No era mi inteligencia. No era mi preparación. No era mi disciplina financiera.

Era mi código primario del dinero.

Un código que se escribió en mi infancia, basado en experiencias emocionales intensas. En mi caso, la herida de traición fue el molde. Me llevó a actuar como salvador. A buscar control a través del dinero. A demostrar que yo sí podía ayudar, sí podía sostener, sí podía dar. Aunque eso significara dejarme sin nada.

Por supuesto que no lo sabía en ese momento. El código actuaba como lo hacen todos los códigos: en segundo plano, automático, invisible… hasta que lo que era inconsciente se convierte en ruina visible.

Pasaron años. Años de reconstrucción interna y externa. De estudiar inteligencia emocional, heridas de infancia, finanzas del comportamiento. Años de conectar los puntos.

Y entendí esto:
El dinero no se trata solo de ingresos, gastos o inversiones.
Se trata de emociones no resueltas, historias que nos contamos, patrones que repetimos sin saber por qué.

Hoy te lo puedo decir con total certeza: si tu situación financiera se siente estancada, en crisis, caótica o simplemente frustrante, el problema no es el banco, ni tu jefe, ni el país.
El problema es el código primario de tu dinero en acción.

Y si no lo conoces, vas a seguir repitiendo la historia. Con otras personas, otras cifras, otros escenarios… pero el mismo resultado.

La buena noticia es que ese código sí se puede descubrir y reescribir.
No es fácil. Pero es posible.

Por eso he creado la masterclass Hackeando el Código del Dinero.

Una experiencia transformadora donde entenderás por qué, aunque sepas de finanzas, sigues tomando malas decisiones.
Donde descubrirás el código oculto que sabotea tu economía desde dentro.
Y aprenderás cómo reescribirlo para tomar el control real de tu dinero, desde el fondo.

🧠 No es teoría. Es revelación.
🔥 No es motivación. Es reprogramación.
💥 No es más información. Es transformación.

📅 Muy pronto en vivo y online
🎯 Regístrate ahora y prepárate para el antes y después financiero más importante de tu vida.

— J.

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