Acerca de los saltos cuánticos
¿Te imaginas que un joven ingeniero químico que hacía prácticas como becario en la refinería de Tula, estaría presentando un libro de finanzas en radio y televisión unos años después?
Era noviembre de 2017, recientemente habíamos cambiado de oficinas porque el edificio donde estábamos quedo dañado por el sismo en septiembre de ese año. Además nos informaban que liquidarían la empresa que nos contrato por lo que nos darían el finiquito y nos contratarían con otra razón social que acababan de crear.
Mis colegas discutían acerca de que nueva pantalla se iban a comprar el buen fin con lo de su finiquito, si cambiarían de auto o si se darían por fin esas súper vacaciones, claro con la estrategia de pagar sus deudas primero y luego volverse a endeudar después.
La idea sonaba muy tentadora en mi mente pero en el pequeño negocio que desarrollaba habían lanzado una promoción para comprar productos de descuento y venía la convención en São Paulo, entonces contra toda la lógica de mis compañeritos, compré los productos, la entrada y los vuelos a la convención.
Lo que sucedió después fue que gané comisiones muy jugosas, renuncié y un par de años después era uno de los mejores vendedores de mi región, tenía una exitosa consultoría de negocios y control sobre mi tiempo.
La historia no termina aquí y espera que te diré cuáles son las claves para lograr algo así en unos momentos.
Pasaron 3 años más y llegó la oportunidad de tomar una certificación para consolidar mi sueño de ser escritor. Solo había un problema, acababa de quebrar una empresa, tenía una deuda de medio millón de pesos y tomar esa oportunidad costaba 3,500 USD.
Nuevamente hice aquello que racionalmente no tenía sentido, me endeudé aún más para tomar la certificación, escribir, imprimir 1000 ejemplares físicos de mi libro. Aun sabiendo que en mi novel carrera de escritor solo había vendido 10.
Justo aquí llega la conversación que da paso a este artículo, ayer platicaba con uno de mis inversionistas, mientras él analizaba las proyecciones de mi nuevo proyecto, y me decía que “eso no era realista”, que los números que presentaba no tenían mucha lógica.
Ese es el punto.
No tenía lógica dejar mi empleo o usar el dinero de ese finiquito en mi negocio que apenas estaba despegando.
No tenía lógica endeudarme aún más para hacer una carrera de escritor cuando no había podido vender más que 10 libros, además de que había quebrado una empresa.

El resultado de esa segunda gran decisión irracional fue tener más de 1000 copias impresas de “Cómo Crece el Dinero” vendidas y ser entrevistado por figuras como Alejandro Cacho en televisión abierta y Marco Antonio Regil en su programa de radio.
¿Qué pasa con mi nuevo proyecto?
Tomé la decisión de invertir en mí como nunca antes, tener mentores de talla mundial con resultados fuera de serie.
Esos son los saltos cuánticos de los que hablo. Cuando no parece normal ni hacer este tipo de inversiones ni creer posible generar resultados tan sorprendentes.
La respuesta a la pregunta que abre este escrito es: no. No te imaginas que alguien con una brillante carrera en la ingeniería tire todo por la borda por un sueño guajiro. Pero por hacer eso lo logró.
De cada decisión descabellada se han producido resultados imposibles.
Es eso lo que te recomiendo hacer. Haz esa inversión en ti que parece una locura. Apuesta por tus más grandes sueños aunque no tengas evidencia de que los vas a lograr. Solo así podrías multiplicar tus ingresos por 100 o por 1000, los saltos cuánticos te pueden sorprender.
Así que sí los números que le presenté a mi inversionista no son realistas. Serán el resultado de la última gigante decisión irracional que he hecho.
Ahora te invito a que hagas lo mismo por ti. Puede ser que decidas ir al workshop premium de reprogramación financiera Decode The Money. Que decidas aprovechar alguna de las oportunidades de inversión que he creado. O me convierta en tu nuevo mentor.
Toma el paso, aunque todos crean que es una locura, aunque tus amigos (que no llegan a fin de mes) te digan que es estafa, solo depende de ti cambiar de forma radical tus resultados (y tu cuenta bancaria).
Nos vemos pronto.
— J.