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Historia de un capital Vol. 20

Historia de un capital Vol. 20

El costo de no invertir

En la ronda de recaudación de capital que estoy efectuando en este momento para mi empresa, me han dicho de todo:

  • “Es que podría perder dinero…”
  • “…pero y que garantías hay…”
  • “…necesito consultarlo con mi contador”

Todo lo que dicen es válido, la incertidumbre de lo que podría pasar es una fuerza que te puede detener en seco.

Lo que sí te puedo asegurar es que dejar pasar esta oportunidad te puede costar mucho muy caro.

Porque conozco de primera mano a quien ya le pasó.

Te cuento la historia de G.

Conocí a G en un momento clave de mi vida. No solo coincidíamos en que ambos éramos ingenieros químicos; también compartíamos hambre de crecer, de buscar algo más allá de un salario seguro.

Ese año arrancamos juntos un negocio. Nos fue bien. Vendimos, aprendimos, nos caímos y nos levantamos. Siempre le voy a reconocer que me empujó a adentrarme en el mundo de las ventas y del desarrollo personal.

Al poco tiempo, G decidió tomar otro rumbo.

Seguí con mi impetu emprendedor y al cabo de unos años pasó algo muy emocionante.


La llamada que pudo cambiarlo todo

A finales de 2021 tenía en mis manos una oportunidad de oro. Era una de esas cosas que pasan solo una vez en la vida, si estás en el momento, lugar y los contactos adecuados.

Pensé en G de inmediato.

Lo llamé.

—Hermano, quiero que inviertas conmigo.

Después de escuchar la oportunidad me dijo que no quería un rendimiento fijo. Quería ser socio. Me pareció justo: así que luego de unas cuantas negociaciones llegamos al acuerdo de medio millón de pesos a cambio del 25% de la empresa.

Contraté a un abogado con maestría en derecho corporativo, quien preparó los documentos para transformar la sociedad y convertirlo en uno de los accionistas. Todo estaba listo. Solo faltaba su firma.

Hasta que un día me dijo:

—No voy a poder invertir.


Los números que duelen

Ese “no” se convirtió en el punto de quiebre de su historia.

👉 En 2022 la empresa facturó $7 millones.
👉 En 2023 fueron $19 millones.
👉 En 2024 cerramos con $31.6 millones.

Si G hubiera invertido, en tres años habría visto 4 veces su dinero de regreso. Hoy, con la proyección de multiplicar la empresa 5 veces más en el corto plazo, esos $500,000 pesos estarían rondando un valor cercano a $20 millones de pesos.


El camino que eligió

Pero no lo hizo.
Prefirió meter ese dinero en una cafetería.
Sus socios lo defraudaron.

Hoy lo veo empezando de cero, impulsando un pequeño negocio de purificación de agua en una ciudad chica.

Y no me malinterpretes: respeto su esfuerzo.
Pero el contraste es brutal.
Mientras su inversión se convirtió en un problema, la que rechazó se transformó en un multiplicador.


La lección incómoda

El chiste se cuenta solo.
No invertir también es invertir… pero en tu propia escasez.

Las oportunidades no esperan.
No tienen paciencia.
Y cuando pasan de largo, lo único que queda es la frase más amarga que alguien puede repetir:
“Lo que pude haber hecho…”


Solo te queda decidir tu lado en la historia

El dinero siempre se mueve.
La pregunta es:
¿Lo vas a mover hacia un futuro de abundancia… o vas a quedarte contando las historias de lo que pudo ser?

Si estás leyendo esto la oportunidad está aquí y ahora. ¿Dónde estás tú?

— J.

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